Las Letanías son alabanzas en honor a la Santísima Virgen María. Son proclamaciones de virtudes, prerrogativas y títulos que Dios le ha otorgado y Ella a merecido por su perfecto amor a Dios y al prójimo.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Respondemos : Ten piedad de nosotros
Dios, Padre Celestial
Dios, Hijo Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad Santa, único Dios
Respondemos: ruega por nosotros
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las vírgenes
Madre de Cristo
Madre de la divina Gracia
Madre Purísima
Madre castísima
Madre y Virgen
Madre santa
Madre inmaculada
Madre digna de ser amada
Madre digna de ser admirada
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Madre de la Iglesia
Virgen prudente
Virgen digna de respeto
Virgen signa de alabanza
Virgen poderosa
Virgen fuente de clemencia
Virgen fiel
Ideal de santidad
Causa de nuestra alegría
Templo del Espíritu Santo
Honor de los pueblos
Modelo de entrega a Dios
Hermosa como las rosas de Jericó
Fuerte como torre de David
Hermosa como torre de marfil
Casa resplandeciente
Arca de la nueva alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consuelo de los afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas
Reina de los apóstoles
Reina de los mártires
Reina de los que viven su fe
Reina de los que se conservan puros
Reina de todos los santos
Reina concebida sin pecado original
Reina llevada al cielo
Reina del santo Rosario
Reina de la paz
Respondemos perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
Respondemos Escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Respondemos Ten piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos:
Señor, ya que tu Hijo único nos mereció la salvación eterna por medio de su vida, su muerte y su resurrección, concédenos que, al meditar esos misterios, en el rosario de la Virgen María, consigamos imitar lo que encierran y alcanzar lo que nos prometen. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Comentarios